Personalidad inmadura
Hace poco en una de las sesiones de terapia trabajando con una pareja, la mujer espontáneamente comentó que su marido era “surfero”, lo que sorprende es que él nunca había tenido una tabla de surf. Al hablar con ella y conocer más acerca de lo que se refería lo que explicó era un intento de definir un tipo de personalidad, que en realidad era una personalidad inmadura.
Uno de los rasgos de personalidad poco contemplados tanto por la psiquiatría como por la psicología es la personalidad inmadura. Quizá el mismo concepto en sí lleve a confusión, es decir, el restar importancia a este tipo de características en el ser humano.
Una personalidad inmadura se define por un desajuste entre la edad cronológica y la edad psicológica.
Como consecuencia existe un sufrimiento que afecta tanto a la persona en sí como a los que están a su alrededor. Normalmente las personas que están cerca les justifican, intentando cubrir las carencias diciendo “bueno es que ya madurará, no se ha dado cuenta, en el fondo no lo ha hecho con mala intención, etc.” o les intentan hacer conscientes de ello estando muy encima controlando ese comportamiento. Con todo esto lo que se consigue es reforzar esa conducta y provocar una mayor frustración en ellos, porque les falta realmente el saber como hacer las cosas adecuadamente.
Algunas de las características de la personalidad inmadura son:
Caprichosos
Impulsivos
Irresponsables
Poco constantes
Impacientes
Falta de proyectos vitales
Intolerancia a la frustración
Problemas para ver sus propios fallos
Dependientes
Sensación de autosuficiencia
Déficil en las habilidades sociales
Etc.
No nos queremos alargar pero… ¿conoces a alguien “surfero” o te reconoces como una personalidad así? Es importante trabajarlo ya que afecta a todos los aspectos de la vida diaria. El esperar en este tipo de cosas no ayuda.